21.11.12

Más allá del MICA

El post-MICA fue de lo mejor. Armamos una noche de lectura en San Patricio Bar, el sábado. Antes, al caer la tarde, habíamos estado, invitados por Cucurto, en la charla que les tocaba dar a los representantes de Eloísa Cartonera junto Lucas Oliveira de Editorial Funesiana. De allí, partimos al bar del Pato a armar el sonido mínimo con el Negro Campillay, de El Momo Poesía. Nos tomamos la primer birra y pegamos algunos carteles.

Al rato cayeron Darío y Lucas con las valijas de libros. Nos tomamos una Iguana esta vez. Evaluamos la posibilidad de un par de muzzas. Al toque llegó Federico Araya, autor de Los Decepcionados. Sumóse a la mesa. Lucas dudaba de que cayera Cucurto, que nos había dicho que venía. Y cumplió: apareció en un remís con María, su mujer, y con su hija Margarita. Sumamos una mesa y tres sillas. Cucurto agarró la revista El Culo Chungo que andaba por ahí y leyó con atención la entrevista a Pablo Ramos.

Luego empezaron las lecturas. Apareció gente de la nada y el bar se llenó de humo y ruido de chopps. Un público con distintas tonadas. Escritos en voz alta de porteños y cuyanos se entremezclaban en el ambiente. Hubo tiempo para un set con poemas del Pepe Campus y hasta para que el pequeño cantautor Juan Campillay hiciera de las suyas. Avanzaron los Susurradores por las mesas también. Lo planeado llegaba a su fin con un concurso a cargo de Funesiana. La fonola arrancó con Lo artesanal de Viejas Locas, acaso el soundtrack de las editoriales pequeñas y artesanales. Y la noche continuó en las mesas de la vereda como las charlas y el vino. 

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